lunes, 10 de mayo de 2021

La Danza de Amor de las Hadas.

Querido amado: Hasta ahora no creimos que existieras y de hacerlo no podrías ser mágico si no mortal. Hasta ahora nunca nos atrevimos a darte la bienvenida por si osabas poner patas arriba el castillo. Nos temíamos lo peor ya que llegases a hacer lo que a otros, ahora sabemos, que siendo un caballero y un rey no puedes si no comportarte segun tu condición. Quien te impedia la entrada y hacia dudoso tu comportamiento y capacidad. Ahora sabemos que el miedo a perder la libertad no era si no el síntoma del miedo del propio encadenamiento, al miedo de la perdida, al comportamiento y capacidad. Ahora sabemos que el miedo a perder la libertad del propio encadenamiento dentro al miedo de la pérdida y al tener miedo creábamos una paradoja, pues obteníamos lo que mas queríamos evitar. No nos podemos despojar de nada que no poseemos, ni nada ni nadie puede arrebatarnos aquello que no nos pertenece. Por consiguiente nadie nos esclaviza si no se lo permitimos. Y no hay mayor enemigo que uno si mismo. No podríamos tratarte como un rey mientras nosotras no nos aceptáramos como reina y dragón real, hubiese sido ua lastima que hubieses venido antes al castillo pues te hubiéramos tratado con desconsideración y culpavilizado de nuestro miedo a perder la libertad. Y quizá te hubieses ido, hasta que el temporal del miedo hubiera arreciado en las costas de la realidad. No había espejos en el castillo, pues de haberlos hubiésemos tenido que mirarnos y eso hubiese sido imposible, pues solo se ve aquello que se esta dispuesto a ver. Y ahora vemos lo que es, no lo que pretendemos que pueda ser. Por ello a la luz de la verdad y de la sinceridad sabemos verte, queremos verte y deseamos verte pronto en el castillo. Será un placer tenerte aquí, no como huésped, si no como morador y como rey si así lo deseas, Queremos compartir contigo luz y candela, sombras, almibars, tesoros y mazmorras de canela, alas y lechos de rosas para volar en las noches de luna llena, mares abiertos de ternura y costas regias de espuma al abrazo de las estrellas. Todo eso y también la ausencia de mi miedo y que me prives de mi livertad que yo sola me arrebaté, temiéndome que tu llegada me dejara sin llave, con la que abro el arcón donde guardo mis alas. Ahora sé que solo yo poseo la llave con la que hago girar todas las cerraduras de las puertas de mi castillo y que sin muros ni murallas de miedo se vive mucho mejor y a ti te es psosible llegar hasta mi porque a buen seguro, desde fuera, contemplabas un panorama desolador, imagino que solo espinos y espinos de tan elevada magnitud que te cortaban el paso hacia mi y no te culpo si ante tu visión decidiste dar media vuelta y esperar tiempos mejores. Pues si tu eres un alumno más aventajado que yo, podrás aver observado que con el tiempo todo se diluye y aquí mis espinos y madreselvas para darte la bienvenida y abrazarte a tu paso su perfume. Nuestra luz llegara a los confines del universo, llevando en sus alas la vida de un corazón, que ausente de miedos se une a otro para danzar libre de las cadenas de la culpa y de la perdida. Tú hado de luz, genio en tu mente y tu corazón, que llevas la libertad grabada en tu espada, esa libertad que solo los valientes han conquistado a base de esfuerzo labrado derribando muros de soledad, miedo ausencia, incomprensión y odio. Tú,cuyo estandarte de independencia has sido tejido con una combinación mágica de hilos de coraje de amor, esfuerzo, análisis,
valentía, honestidad, congruencia, constancia, responsabilidad, libertad, autoridad, sinceridad, belleza, amor, perdón, bondad, dulzura, alegría, humor, ternura, comunicación y espiritualidad. Ven a mi amor y dancemos juntos...La danza de amor de las hadas.

martes, 29 de septiembre de 2020

Los Ángeles. y sus jerarquías.

 Los ángeles son seres espirituales creados por Dios por una libre decisión de su voluntad divina. Son seres inmortales, dotados de inteligencia y voluntad. Debido a su naturaleza espiritual, los ángeles no pueden ser vistos ni captados por los sentidos. En algunas ocasiones muy especiales, con la intervención de Dios, han podido ser oídos y vistos materialmente. La reacción de las personas al verlos u oírlos ha sido de asombro y de respeto. Por ejemplo, el profeta Daniel y Zacarías. En siglo IV el arte religioso representó a los ángeles con forma o figura humana. En el siglo V se les añadieron las alas como símbolo de su prontitud en hacer la voluntad divina y en trasladarse de un lugar a otro sin la menor dificultad. En la Biblia encontramos algunos motivos para que los ángeles sean representados como seres brillantes de aspecto humano y alados. Por ejemplo, el profeta Daniel escribe que un "como varón", Gabriel, volando rápidamente, vino a él (8,15-16; 9,21). Y en el libro del Apocalipsis son frecuentes las visiones de ángeles que claman, tocan las trompetas, llevan mensajes o son portadores de copas e incensarios; otros que suben, bajan o vuelan; otros que están de pie en cada uno de los cuatro ángulos de la tierra, o junto al trono del Cordero. La misión de los ángeles es amar, servir y dar gloria a Dios, ser sus mensajeros, cuidar y ayudar a los hombres. Ellos están constantemente en la presencia de Dios, atentos a sus órdenes, orando, adorando, vigilando, alabando a Dios y pregonando sus perfecciones. Son mediadores, custodios, protectores y ministros de la justicia divina. La presencia y la acción de los ángeles aparece a lo largo del Antiguo Testamento en muchos de sus libros sagrados. Aparecen frecuentemente también en la vida y enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, en las cartas de Pablo, en los Hechos de los Apóstoles y principalmente en el Apocalipsis.

                                                                                   
                                                                                               Ángel mi guarda, dulce compañía 

                                                                                                 no me desampares ni de noche ni de día


 Ministerios de los Ángeles en favor de los hombres Con la lectura de estos textos, podemos descubrir que: Los ángeles nos protegen, nos defienden físicamente y nos fortalecen al combatir las fuerzas del mal. Luchan con todo su poder por nosotros y con nosotros. Como ejemplo tenemos la milagrosa liberación de Pedro que fue sacado de la prisión por un ángel (Hechos 12, 7ss) y cuando el ángel del Señor detuvo el brazo de Abraham para que no sacrificara a Isaac. Los ángeles nos comunican mensajes del Señor importantes en determinadas circunstancias de la vida. En momentos de dificultad, se les puede pedir luz para tomar una decisión, para solucionar un problema, actuar acertadamente, descubrir la verdad. Como ejemplo tenemos las apariciones a la Virgen María, San José y Zacarías. Todos ellos recibieron mensajes de los ángeles. Los ángeles cumplen las sentencias de castigo del Señor. Como ejemplo tenemos el castigo de Herodes Agripa (Hechos de los Apóstoles) y la muerte de los primogénitos egipcios (Exodo 12, 29). Los ángeles presentan nuestras oraciones al Señor y nos conducen a Él. Nos acompañan a lo largo de nuestra vida y nos conducirán, con toda bondad, cuando muramos, hasta el Trono de Dios para nuestro encuentro definitivo con Él. Éste será el último servicio que nos presten, pero el más importante, pues al morir no nos sentiremos solos. Como ejemplo de ello, tenemos al arcángel Rafael cuando dice a Tobías: "Cuando ustedes oraban, yo presentaba sus oraciones al Señor" (Tob 12, 12-16). Los ángeles nos animan a ser buenos. Ellos ven continuamente el rostro de Dios, pero también ven el nuestro. Debemos tener presentes las inspiraciones de los ángeles para saber cómo obrar correctamente en todas las circunstancias de la vida. Como ejemplo de esto, tenemos el texto que nos dice: "Los ángeles se regocijan cuando un pecador se arrepiente" (Lc 15, 10). Las diversas denominaciones de Ángeles corresponden a jerarquías que conocemos por la Sagrada Escritura La jerarquía angélica Se suele enumerar nueve coros u órdenes angélicos. Esta jerarquía se basa en los distintos nombres que se encuentran en la Biblia para referirse a ellos. Dentro de esta jerarquía, los coros de ángeles superiores hacen participar a los inferiores de sus conocimientos. 

Cada tres coros de ángeles constituyen un nivel jerárquico y todos ellos juntos forman la corte celestial. I. Jerarquía Suprema: querubines, serafines y tronos II. Jerarquía Media: dominaciones, virtudes y potestades III. Jerarquía Inferior: principados, arcángeles y ángeles Serafines: Son los "alabadores" de Dios. Serafín significa "amor ardiente". Los serafines alaban constantemente al Señor y proclaman su santidad. Para apoyar esto, se puede leer Isaías 6, 2. Querubines: Son los "guardianes" de las cosas de Dios. Aparecen como los encargados de guardar el arca de la alianza y el camino que lleva al árbol de la vida. Entre dos querubines comunica Yahvé sus revelaciones. "Se sienta sobre querubines". Se habla de ellos en el Génesis, en el Éxodo, en la visión de Ezequiel (1, 4) y en la carta a los hebreos (9, 5). Potestades, Virtudes, Tronos, Principados y Dominaciones: En la Biblia encontramos estos diversos nombres cuando se habla del mundo angélico. San Dionisio interpreta los nombres de los diferentes grupos de ángeles como correspondientes a su grado de perfección. Para San Gregorio estos nombres se refieren a su ministerio: los principados son los encargados de la repartición de los bienes espirituales; las virtudes son los encargados de hacer los milagros; las potestades son los que luchan contra las fuerzas adversas; las dominaciones son los que participan en el gobierno de las sociedades, y los tronos son los que están atentos a las razones del obrar divino. Ángeles: Su misión es ayudar a los hombres a llegar a la salvación eterna, guiándolos y protegiéndolos de los peligros de alma y cuerpo. Arcángeles: Les podríamos llamar los "asistentes" de Dios. Son ángeles que están al servicio directo del Señor para cumplir misiones especiales. - Arcángel San Miguel: Es el que arrojó del cielo a Lucifer y a los ángeles que le seguían y quien mantiene la batalla contra Satanás y demás demonios para destruir su poder y ayudar a la Iglesia militante a obtener la victoria final. El nombre de Miguel significa "quién como Dios". Su conducta y su fidelidad nos deben invitar a reconocer siempre el señorío de Jesús y a buscar en todo momento la gloria de Dios. - Arcángel Gabriel: En hebreo significa "Dios es fuerte", "fortaleza de Dios". Aparece siempre como el mensajero de Yahvé para cumplir misiones especiales y como portador de noticias felices. Por ejemplo, anunció a Zacarías el nacimiento de Juan el Bautista, y a la Virgen María la encarnación del Hijo de Dios. - Arcángel Rafael: Su nombre quiere decir "medicina de Dios". Tiene un papel muy importante en la vida de Tobías al mostrarle el camino a seguir y lo que tenía que hacer. Tobías obedeció en todo al arcángel Rafael sin saber que era un ángel enviado por el Señor. Él se encargó de presentar sus oraciones y obras buenas a Dios. Y les dejó como mensaje bendecir y alabar a Dios, hacer siempre el bien y nunca dejar de orar. Se le considera patrono de los viajeros por haber guiado a Tobías en sus viajes por tierra y por mar. Es patrono de los médicos (enfermedades de cuerpo y alma) por las curaciones que realizó en Tobit y Sara, el padre y la esposa de Tobías. Como una ayuda eficaz de cara la Vida Bienaventurada ¿Quiénes son los Ángeles Custodios? Dios ha asignado a cada hombre un ángel para protegerle y facilitarle el camino de la salvación mientras está en este mundo. Afirma a este respecto Jerónimo: "Grande es la dignidad de las almas cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia". En el Antiguo Testamento se puede observar cómo Dios se sirve de sus ángeles para proteger a los hombres de la acción del demonio, para ayudar al justo o librarlo del peligro, como cuando Elías fue alimentado por un ángel (1 Reyes 19, 5.) En el nuevo Testamento también se pueden observar muchos sucesos y ejemplos en los que se ve la misión de los ángeles: el mensaje a José para que huyera a Egipto, la liberación de Pedro en la cárcel, los ángeles que sirvieron a Jesús después de las tentaciones en el desierto. La misión de los ángeles custodios es acompañar a cada hombre en el camino por la vida, cuidarlo en la tierra de los peligros de alma y cuerpo, protegerlo del mal y guiarlo en el difícil camino para llegar al Cielo. Se puede decir que es un compañero de viaje que siempre está al lado de cada hombre, en las buenas y en las malas. No se separa de él ni un solo momento. Está con él mientras trabaja, mientras descansa, cuando se divierte, cuando reza, cuando le pide ayuda y cuando no se la pide. No se aparta de él ni siquiera cuando pierde la gracia de Dios por el pecado. Le prestará auxilio para enfrentarse con mejor ánimo a las dificultades de la vida diaria y a las tentaciones que se presentan en la vida. Muchas veces se piensa en el ángel de la guarda como algo infantil, pero no debía ser así, pues si pensamos que la persona crece y que con este crecimiento se tendrá que enfrentar a una vida con mayores dificultades y tentaciones, el ángel custodio resulta de gran ayuda. Para que la relación de la persona con el ángel custodio sea eficaz, necesita hablar con él, llamarle, tratarlo como el amigo que es. Así podrá convertirse en un fiel y poderoso aliado nuestro. Debemos confiar en nuestro ángel de la guarda y pedirle ayuda, pues además de que él nos guía y nos protege, está cerquísima de Dios y le puede decir directamente lo que queremos o necesitamos. Recordemos que los ángeles no pueden conocer nuestros pensamientos y deseos íntimos si nosotros no se los hacemos saber de alguna manera, ya que sólo Dios conoce exactamente lo que hay dentro de nuestro corazón. Los ángeles sólo pueden conocer lo que queremos intuyéndolo por nuestras obras, palabras, gestos, etc. También se les pueden pedir favores especiales a los ángeles de la guarda de otras personas para que las protejan de determinado peligro o las guíen en una situación difícil. El culto a los ángeles de la guarda comenzó en la península Ibérica y después se propagó a otros países. Existe un libro acerca de esta devoción en Barcelona con fecha de 1494. ¿Qué nos enseñan los ángeles? - A glorificar al Señor, proclamar su santidad y rendirle sus homenajes de adoración, de amor y de ininterrumpida alabanza. - A cumplir con exactitud y prontamente todas las órdenes que reciben del Señor. A cumplir con la voluntad de Dios sin discutir sus órdenes ni aplazando el cumplimiento de éstas. - A servir al prójimo. Están preocupados por nosotros y quieren ayudarnos en las diversas circunstancias que se nos presentan a lo largo de la vida. Esto nos debe animar a servir generosamente a nuestros hermanos y a compartir con ellos penas y alegrías y los dones que nos ha da dado Dios. 

Cuenta la leyenda, que si en casa te encuentras una pluma blanca y no hay almohadas de plumas en tu casa es que te ha visitado un ángel

martes, 18 de agosto de 2020

Cuando me amé de verdad

 Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… Autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… Autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… Madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… Respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… Amor hacia uno mismo.

Charles Chaplin.


domingo, 3 de noviembre de 2019

DIEZ RAZONES PARA SALIR DE TU ZONA DE COMFORT

Muchos piensan que la zona de confort está compuesta por todas aquellas situaciones agradables que nos rodean y que traen placer a la vida. La verdad es que no es así. La zona de confort la componen todas las situaciones, buenas y malas, a las que ya estamos acostumbrados y que diseñan una rutina. Esa rutina, así sea detestable, nos evita cuestionar, pensar, tomar decisiones. Por eso, es necesario que te atrevas a salir de tu zona de confort. Ese es el único confort que nos procura: el de movernos por inercia. La zona de confort es como esa burbuja en la cual nos resguardamos para que todo siga igual. Aún si nos quejamos y nos parece insoportable, seguimos ahí por esos miedos y ese facilísimo que se convierten en hábito. El precio es muy alto. No salir de la zona de confort es prácticamente renunciar a la vida, al crecimiento. Seguimos ahí, vegetando, mientras los años pasan y nuestra vida se empobrece cada vez más. Aquí hay diez buenas razones para que hagas algo importante por ti mismo: salir de tu zona de confort.
“La vida comienza donde termina tu zona de confort”.  -Anónimo-
1. Descubrirás potencialidades que no conocías
No es una frase de cajón. En realidad, es sorprendente todo lo que llegamos a descubrir acerca de nosotros mismos cuando nos atrevemos a hacer algo que se sale de lo habitual. Cuando nos decidimos a ir tras algún objetivo que no creíamos ser capaces de lograr. En cada ser humano hay muchas habilidades y destrezas que están ahí, dormidas, esperando una ocasión para manifestarse.
En la rutina se impone la ley del menor esfuerzo, porque precisamente para eso se diseña. Solo las situaciones excepcionales nos exigen lo mejor de nosotros mismos. Y ahí es cuando descubrimos que podemos hacer mucho más de lo que creíamos. Salir de la zona de confort significa adentrarse en un mundo nuevo.
2. Lograrás ser más flexible
Cuando te instalas en un solo punto de vista, sin darte cuenta, dejas de percibir muchos ángulos de la realidad, tal vez más provechosos o interesantes. Salir de tu zona de confort te permite aproximarte a nuevas formas de mirarte y de mirar tu vida.
Esto se traduce en una mayor flexibilidad en tus apreciaciones y en el modo en que vives. En otras palabras: te vuelves más adaptable. Y una mayor capacidad de adaptación se traduce en más habilidad para sortear cualquier situación difícil.
3. Adquirirás mayor confianza en lo que eres
Cuando descubres que lo único que te faltaba era decisión y que en realidad, eres capaz de hacer muchas más cosas de lo que creías, inmediatamente aumenta la confianza que tienes en ti mismo y comienzas a realizar todo aquello que en un principio tenías miedo.
La inseguridad se alimenta precisamente de no intentarlo. Si dejas de pensar tanto y más bien actúas, más temprano que tarde te das cuenta de que en verdad, puedes ir mucho más allá de lo que imaginabas. Y sentirás más aprecio por lo que eres.
4. Eliminarás muchos miedos
Los mayores miedos nacen de la indecisión y de la inercia. El miedo crea su propio círculo vicioso: como tienes miedo, entonces no lo intentas y te quedas donde estás. Y como no lo intentas, el miedo se enquista y crece.
“El miedo es la prisión del corazón” -Anónimo-
La mayoría de las veces, por no decir que todas, el solo hecho de actuar disipa un miedo. Por lo general, el temor se va diluyendo a medida que se avanza. Lo único difícil es comenzar; si lo haces, notarás cómo muchos de esos grandes temores desaparecen.
5. Sentirás que tu vida es más emocionante
Atreverte es algo que le imprime una sensación de aventura y desafío a tu vida. Las rutinas llevan a una sensibilidad muy plana, en la que todo es predecible y, por lo mismo, frecuentemente aburrido. El cambio remueve el mundo emocional. Se desempolvan sensaciones muy agradables como la capacidad de sorpresa, la curiosidad y el afán de descubrir.
6. Se incrementará tu creatividad y tu inteligencia
Hasta las grandes inteligencias se estancan cuando no se les ofrecen estímulos permanentes. La inteligencia es como un músculo, que necesita ejercitarse para funcionar bien. La rutina apenas si te exige un uso mínimo de tus capacidades intelectuales.
Lo mismo pasa con la creatividad. Solo las situaciones nuevas provocan nuevas respuestas y nuevas soluciones. Salir de tu zona de confort es darle ocasión a tu creatividad y a tu inteligencia para que se manifiesten.
7. Crecerán tus ganas de vivir
Cuando la vida deja de ser una eterna repetición de lo mismo, se torna muchísimo más interesante y digna de ser vivida. Si te sientes más a gusto contigo mismo y poco a poco descubres que eres capaz de mucho más de lo que imaginabas, seguramente va a aumentar tu aprecio por la vida.
“Volví a sentir unas inmensas ganas de vivir cuando descubrí que el sentido de mi vida era el que yo le quisiera dar”
-Paulo Coelho-



8. Desarrollarás una mejor manera de relacionarte con los demás
Para poder tener buenas relaciones con otros, primero debemos tener una buena relación con nosotros mismos. Si no estás a gusto con lo que eres, o lo que haces, difícilmente podrías ser capaz de valorar lo bueno de todas las personas que te rodean.
Salir de la zona de confort, descubrirte, vencer miedos y sentirte más feliz de vivir es algo que redundará en una mejor relación con los demás.
Notarás cómo los conflictos disminuyen y tienes mayor capacidad para ver lo bueno de cada persona.
9. Experimentarás más intensamente el aquí y el ahora
Experimentar el aquí y el ahora es una forma de plenitud. Cuando los esfuerzos, la atención y el entusiasmo se concentran en el momento actual, es porque ese instante es un tiempo de realización personal. Salir de tu zona de confort no te deja espacio para otra cosa que no sea atender al presente. Necesitas toda tu atención y todo tu empeño para sortear esa situación novedosa que se extiende frente a ti.
10. Te harás más independiente
Al incrementar la confianza en tus propias posibilidades, sentirás que necesitas de los demás de una manera diferente. Son un complemento maravilloso de lo que eres, no tus bastones, ni tus refugios. Ser independiente, a la vez, afianza aún más la seguridad en lo que eres y te permite sentir con mayor fuerza el valor de la libertad.
Alcanza lo que mereces y llegará lo que necesitas
Cuando eres capaz de permitirte todo aquello que de verdad mereces, poco a poco va llegando lo que necesitas.
 Zona de confort: Aparente estado de comodidad que te lleva a la muerte en vida.
Justificación perfecta para no hacer, no crecer, no arriesgarse y no vivir...